En otro meridiano.

No alcanzo el tiempo de tu cuerpo,
nací lejos, en un país que es aire, nube, noche,
aunque me oigas tan cerca.
Nací a destiempo de tu risa, de tus ojos, en otro meridiano.
Nos amamos de mar a mar, de un astro a otro
no importa que hoy me sientas a tu lado.
Aunque despiertes desnuda aquí conmigo,
tu tiempo va delante,
el tiempo de tus manos, de tu rostro;
estoy junto a tu sombra y no te alcanzo.
Las horas de tu amor me quedan lejos,
bajo una luz de nieve,
en alguna ciudad que desconozco.
Nuestras vidas se alcanzan, se confunden,
intercambian sollozos, besos, sueños,
pero andamos a leguas uno del otro,
tal vez en siglos diferentes,
en dos planetas errantes que se buscan
cansados de no verse.

Eugenio Montejo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mikaelo¡¡ Me identifique mucho con este poema, creo que es lo que gente como nosotros (amorosos) vivimos a diario, esperando por esa persona, esa mitad, tu complice en la vida, que vaya a compartir el resto de nuestros días... estoy segura que llegará y yo aqui sabre esperar ansiosa, aún y cuando traiga la brijula un poco distraida..jaja.. te mando muchos arrumacos.. y por favor ya sube algo tuyo, estos poemas son enormes pero los tuyos son mejores. 1 Beso Elisa (canija)

Anónimo dijo...

Observar como rie la luna, es mirar las estrellas en tus ojos, dibujo tu rostro en el viento, acariciando tus labios en el mar, ese eres tu, una linda noche estrellada con aroma a nunca jamas...


Armando Guerrero, Oaxaca, México.