Para Jane, con todo el amor que le tuve, que no fue suficiente.

Recojo la falda,
recojo el rosario negro
que brilla,
eso que una vez
tocó su carne,
y llamo mentiroso a Dios
y afirmo que algo que se moviera
así
o que supiera
mi nombre
no podía morir nunca
con esa certeza inamovible de la muerte.

Y recojo
su precioso
vestido,
perdida toda su belleza,
y les hablo
a todos los dioses,
dioses judíos, dioses cristianos,
pedacitos de cosas brillantes,
ídolos, píldoras, pan
compresiones, riesgos,
renuncias conscientes,
ratas en la salsa de dos
que se han vuelto casi locos,
sin ninguna oportunidad,
conocimiento de colibrí,
oportunidad de colibrí,
me inclino sobre eso
me apoyo en todo eso
y lo sé:

tengo un vestido en mi brazo
pero
nada
me la devolverá.

Charles Bukowski.

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Armando Guerrero, Oaxaca, México.