Queridos pa y ma.

A mi padre nunca le gustó
lo que yo escribía: “la gente
no quiere leer este
tipo de cosas.” “sí, Henry”, decía mi
madre, “a la gente le gusta
leer cosas que le hagan
feliz.”
fueron mis primeros
críticos literarios
y
los dos tenían
razón.

Charles Bukowski.

La ducha.

Nos gusta ducharnos después
(a mí me gusta el agua más caliente que a ella)
y su rostro siempre está suave y lleno de paz
y ella me lava primero
me extiende el jabón por las pelotas
las levanta
las aprieta,
luego me lava la pistola:
“¡oye esto sigue duro!”
luego me lava el vello de ahí abajo,
el ombligo, la espalda, el cuello, las piernas,
yo sonrío sonrío sonrío,
y después la lavo yo a ella…
primero su cosita,
me pongo detrás, mi pistola en sus nalgas
suavemente enjabono los vellos de su cosita,
lavo ahí con un movimiento suave
tal vez me detenga más de lo necesario,
luego las piernas por detrás, el trasero,
la espalda, el cuello, la hago girar, la beso,
enjabono los pechos, luego el ombligo, el cuello,
las piernas por delante, los tobillos, los pies,
y luego su cosita, una vez más, para que me dé suerte…
otro beso, y ella sale primero,
se seca, a veces canta mientras yo sigo allí
pongo el agua más caliente
disfrutando los buenos momentos del milagro amoroso
luego salgo…
normalmente es por la tarde y todo está tranquilo,
y mientras nos vestimos hablamos sobre qué otra cosa
podríamos hacer,
pero el estar juntos resuelve casi todo,
en realidad, lo resuelve todo
porque mientras esas cosas estén resueltas
en la historia de una mujer y
un hombre, es diferente para cada cual,
mejor y peor para cada cual…
para mí, es tan espléndido como para recordarlo,
tras la marcha de los ejércitos
y de los caballos que pasan por las calles afuera,
tras los recuerdos del dolor y el fracaso y la desdicha:
Linda, tú me has traído esto,
cuando te lo lleves
hazlo lenta y suavemente
hazlo como si estuviera muriéndome en sueños en lugar de
en vida, amén.

Charles Bukowski.

Los más raros.

No es frecuente verlos
porque donde hay multitud
ellos
no están.

Esos tipos raros no son
muchos,
pero de ellos
provienen
los pocos
cuadros buenos
las pocas
buenas sinfonías
los pocos
buenos libros
y otras
obras.

Y de los
mejores de los
extraños
quizás
nada.

Ellos son
sus propias
pinturas
sus propios
libros
su propia
música
su propia
obra.

A veces me parece
verlos
por ejemplo
cierto viejo
sentado en cierto
banco
de una cierta
manera
o
un rostro fugaz
en un automóvil
que pasa
en dirección
contraria
o
hay un cierto movimiento
en las manos
de un chico o una chica
que empaqueta
las cosas
en el supermercado.

A veces
incluso es alguien
con quien estuviste
viviendo
algún tiempo,
te vas a dar cuenta
de una mirada rápida
y luminosa
que nunca
le habías visto
antes.

A veces
sólo notarás
su
existencia
repentinamente
en un
vívido
recuerdo.

Algunos meses
algunos años
después de que se hayan
ido.

Recuerdo
a uno:
Tenía unos
20 años
iba borracho a
las 10 de la mañana
se miraba en un
espejo
resquebrajado
de Nueva Orleans,
un rostro soñador
contra los
muros
del mundo

¿Qué
ha sido
de mí?.

Charles Bukowski.

Literatura contemporánea, uno.

Me emborraché una vez y se lo
conté a ella.
Cómo había vivido
en una choza de papel en Atlanta
renta semanal de un dólar veinticinco
sin luz
sin agua
sin sanitario
sin calefacción

sin nada en mis
bolsillos
ni siquiera un
centavo

helaba

sin amigos

mis padres a 3,000
millas de distancia
se negaban a
enviarme dinero

solamente
una carta de mi padre
de seis páginas
recordándome
mis fracasos
mi rechazo
a enfrentar
la realidad

de mi estupidez
de querer
ser un escritor

todos mis manuscritos
me eran devueltos
de las revistas

pesaba
198 libras y entonces
llegué a pesar 133

había un alambre
colgando sobre mi
cabeza
un alambre que alguna vez
albergó
una bombilla

alcancé aquel
alambre
sin saber si tenía vida
o no

agité mi mano
acercándola
más y
más
y después me detuve

vi algunos periódicos
en el suelo

no tenía papel
para escribir
y tiempo atrás había empeñado
mi máquina de escribir

noté que
cada página del
periódico tenía un ancho y blanco
margen en los
bordes

tenía un
trozo de lápiz

recogí el
periódico
y con el pedazo de lápiz
comencé a escribir
palabras
en los bordes

sentado en el umbral
congelándome a la luz de la luna
para poder
ver
escribí a lápiz
en todos los bordes
de todos los periódicos
en aquella choza.

me emborraché
una noche
y de nuevo le conté a ella
sobre la choza

ella dijo
"nunca antes había
escuchado esa historia."

ella entonces subió
a su nuevo Fiat de diez mil dólares
que le regalé
en su cumpleaños
y condujo hasta
el supermercado de la esquina
para comprar nuestra
cena
de esa noche.

Charles Bukowski.

Mis amigos.

Éste da clases
ése vive con su mamá.
a aquel lo mantiene su padre alcohólico
con cara enrojecida y cerebro de mosquito.
éste se mete anfetaminas y fue mantenido por
la misma mujer durante 14 años.
ése escribe una novela cada diez días
y al menos paga el alquiler.
éste va de un lugar a otro
durmiendo en sofás, bebiendo y
parloteando.
éste imprime sus libros en una
fotocopiadora.
ése vive en el baño
de un hotel abandonado en Hollywood.
éste aprendió a conseguir una beca tras otra,
su vida es un constante llenar formas
éste es simplemente rico y vive en los mejores
lugares y toca en las mejores puertas.
ése desayunó con William Carlos
Williams.
y éste enseña
y ése enseña
y éste sabe como hacer sus textos
y habla con una cruel y dominante voz.

los hay en todos lados,
todos son escritores.
y casi cada escritor es un poeta.
poetas, poetas, poetas, poetas, poetas, poetas
poetas poetas poetas poetas poetas poetas
la próxima vez que suene el teléfono
será un poeta.
la próxima persona en la puerta
será un poeta.
éste enseña
y ése vive con la mamá
y ése escribe la vida de
Ezra Pound.
oh, hermanos, somos lo más asqueroso y lo
más bajo de la creación.

Charles Bukowski.

Mi colega.

Para ser un chico de 21 años en Nueva Orleans yo no valía mucho
la pena: Tenia una pequeña habitación que olía a
meados y muerte
pero quería estar allí, y habían
dos adorables chicas al final del vestíbulo quienes
no paraban de golpear a mi puerta y gritar. "Levántate!
Hay cosas buenas allá afuera !"

"Lárguense," les decía, pero eso solo las
estimulaba más, me dejaban notas bajo la puerta y
pegaban flores con cinta adhesiva al
pomo de la puerta

Yo estaba metido en vino barato y cerveza verde y
demencia...

Conocí al viejo tío de la habitación de
al lado, de algún modo yo me sentía viejo como
él; sus pies y tobillos estaban hinchados y no podía
atarse los zapatos.

Cada día sobre la una del mediodía salíamos a dar un paseo
juntos y era un paseo muy
lento: Cada paso era doloroso para
él.

Cuando nos acercábamos al bordillo, yo le ayudaba a
subir y bajar
agarrándole por el codo
y por la parte de atrás de su
cinturón, lo conseguíamos.

Me gustaba: nunca me cuestiono
sobre que hacia o que dejaba de
hacer.

El debería de haber sido mi padre, y lo que más me gustaba
era lo que decía una y
otra vez: "Nada vale la
pena".

Era un
sabio.

Aquellas chicas jóvenes deberían
de haberle dejado a él
las notas y las
flores.

Charles Bukowski.

A la puta que se llevó mis poemas.

Algunos dicen que debemos eliminar del poema
los remordimientos personales,
permanecer abstractos, hay cierta razón en esto, pero
¡Por Dios!
¡Doce poemas perdidos y no tengo copias!
¡Y también te llevaste mis cuadros, los mejores!
¡Es intolerable!
¿Tratas de joderme como a los demás?
¿Por qué no te llevaste mejor mi dinero? usualmente
lo sacan de los dormidos y borrachos, pantalones enfermos en el rincón.
La próxima vez llévate mi brazo izquierdo o un billete de cincuenta,
pero mis poemas no.
No soy Shakespeare
pero puede que algún día ya no escriba más,
abstractos o de los otros;
Siempre habrá dinero y putas y borrachos
hasta que caiga la última bomba,
pero como dijo Dios,
cruzándose de piernas:
"veo que he creado muchos poetas
pero no tanta poesía".

Charles Bukowski.

Muerto otra vez.

Ben me habló por teléfono y dijo
"corre el rumor que has muerto. La revista Hustler
ha recibido
3 o 4 llamadas"
"bien", le dije, "a lo mejor los muertos no lo saben,
a la mejor finalmente estoy muerto".

Hace cinco años alguien lo inició:
"murió Bukowski".

Ahora comienza de nuevo,
me quieren muerto,
parece que estoy mucho en los pensamientos de aquellos
que anhelan mi muerte.

para algunos es irritante
que un hombre casi de sesenta
continúe escribiendo.
debería darles ánimos en lugar
de rencor.

Moriré, amigos, no cabe
la menor duda.

pero creo que la historia de nuestras calles
será menos fea
si celebramos
de los hombres
sus vidas
también.

Charles Bukowski.

Platónico.

Ella deseaba una tarde platónica y le dije, muy bien
pero qué haremos?
ella dijo, me gusta conversar.
así que la llevé al hipódromo y
conversamos.
ella llevaba una cinta india en la cabeza
y conversó sobre literatura
y yo sobre caballos
ella iba a enseñar poesía cuando regresara
al este
después de las carreras, ella mencionó
que le gustaba este lugar hispano, que la comida era muy
buena, y dado que yo había ganado $65 en las apuestas
pensé que estaría bien.
la decoración era española
la comida mexicana y
el hombre al piano cantaba canciones norteamericanas
en inglés,
estridente.
ordenamos bebidas y cena
y ella hablaba fuerte y
agudo
para que pudiera escucharla por encima
del cantante y del piano...
ella gritó: realmente deseo
enseñar! he deseado hacer algo
parecido desde que mis
hijos crecieron!
yo grité: ajá!
me comenzó a dar jaqueca
ella gritó: crees que la poesía
puede ser enseñada?
yo grité: no!
ella gritó: creo que yo sí puedo hacerlo!
yo grité: quieres otra bebida?
regresé a mi asiento con algo de vodka
con seven up
algún día, gritó, voy a
aislarme dentro de mí misma! voy a estar sola
y realmente voy a escribir algo!
ella continuaba gritando aunque
el hombre del piano ya se había retirado.
mientras ella hacía proclamaciones
como que giraba, una semi-danza
con repetidos movimientos de los brazos. a veces
reía frenéticamente y golpeteaba mis piernas y las pellizcaba.
los dioses no me ignorarán!
gritaba.
te llevaré hasta tu carro, le
dije, este vecindario está
lleno de violadores.
oh, te agradezco, dijo.
después de subirse al carro
y encender el motor
bajó la ventana
y me besó en la mejilla,
y se alejó.
bien, como dicen:
el sexo no lo es todo.
también está el alma.
regresé a mi lugar
y comencé a buscar la
mía.

Charles Bukowski.

Los extraños.

Puede que no lo crean
pero hay gente
que va por la vida
con muy poca
fricción o angustia.
visten bien, comen
bien, duermen bien.
están contentos con
su vida familiar.
tienen momentos de congoja
pero dentro de todo
permanecen imperturbables
y a menudo
se sienten muy bien.
y cuando mueren
es una muerte tranquila,
usualmente mientras
duermen.

puede que no lo crean
pero gente así existe.

pero yo no soy uno de ellos.
oh no, no soy uno de ellos,
no estoy ni tantito cerca
de ser uno de ellos

pero ellos están ahí

y yo estoy aquí.

Charles Bukowski.

Sin sueños.

Las camareras de pelo gris
en los cafés por la noche
se rindieron,
y mientras camino por las veredas de la luz
y miro las ventanas
de las casas de las enfermeras
puedo ver que ya no es
con ellas.
veo gente sentada en los bancos de la plaza
y puedo ver por la manera
en que se sientan y miran
que se acabó.

veo gente manejando autos
y veo por la manera en que manejan sus autos
que ni aman ni son
amados
ni consideran el sexo
está todo olvidado
como una vieja película.

veo gente en las tiendas y supermercados
caminando por los pasillos
comprando cosas
y puedo ver por la manera en que
les queda la ropa y por la manera en que
caminan y por sus caras y sus ojos
que no les importa nada
y nada se preocupa
por ellos
puedo ver cien personas por día
que se rindieron
del todo

si voy al hipódromo
o a algún espectáculo deportivo
puedo ver miles
que no sienten nada por nada o
por nadie
y no reciben
ningún sentimiento.

por todas partes veo a aquellos que
no mendigan nada sino
comida, refugio y
ropa, ellos se concentran
en eso,
sin sueños.

no entiendo por qué esa gente no
desaparece
no entiendo por qué esa gente no
expira
por qué las nubes
no los asesinan
o por qué los perros
no los asesinan
o por qué las flores y los niños
no los asesinan,
no entiendo
supongo que ya están asesinados
sin embargo, no puedo acomodarme al
hecho de que existan
porque son
demasiados

cada día
cada noche
hay más de ellos
en los subtes
en los edificios
en los parques

no sienten terror
por no amar
o por no
ser amados.

tantas tantas tantas
de mis criaturas
compañeras.

Charles Bukowski.

Consejo amistoso a un montón de jóvenes.

Id al Tibet
monta en camello.
lee la Biblia
tiñe tus zapatos de azul.
déjate la barba.
da la vuelta al mundo en una canoa de papel
suscribete al Saturday Evening Post
Mastica sólo por el lado izquierdo de la boca
cásate con una mujer que tenga una sola pierna y aféitate con navaja
y graba tu nombre en el brazo de ella

lávate los dientes con gasolina
duerme todo el día y trepa a los árboles por la noche.
se un monje y bebe perdigones y cerveza.
mantén la cabeza bajo el agua y toca el violín
baila la danza del vientre delante de velas rosas
mata a tu perro
presentate al Alcalde
vive en un barril
pártete la cabeza con un hacha
planta tulipanes bajo la lluvia.

Pero no escribas poesía.

Charles Bukowski.

Un apunte sobre poesía moderna.

La poesía ha recorrido un largo camino, aunque muy lentamente;
no eres tan viejo como yo
y recuerdo haber leído
revistas en las que al final de un poema
ponían:
París, 1928.
por lo visto, eso cambiaba la
cosa, de manera que quienes podían permitírselo
(y algunos que no podían)
se iban a
PARÍS
y escribían.

también soy lo bastante viejo como para recordar cuando los poemas
hacían referencias a los dioses
griegos y romanos.
si no eras ducho en dioses no eras muy buen
escritor.
además, si no eras capaz de collar un verso en
español, francés o
italiano,
con toda certeza no eras un escritor
muy bueno.

hace 5 o 6 décadas,
tal vez 7,
algunos poetas empezaron a usar
“yo” en vez de “Yo”
o
“&” en vez de “y”.
muchos siguen usando el “yo”
con minúscula y muchos más siguen usando el
“&”
convencidos de que resulta
poéticamente muy efectivo y
moderno.

asimismo, la noción más antigua aún en boga en
que si no puedes entender un poema entonces
casi con toda certeza es
bueno.

la poesía sigue avanzando lentamente, supongo,
y cuando un mecánico de coches cualquiera
empiece a llevar libros de poesía para leer
a la hora del almuerzo
entonces sabremos que estamos avanzando en
la dirección
adecuada.

&
de eso
yo
estoy seguro.

Charles Bukowski.

Azul no.

Ella me llamó desde lejos,
"nunca podía discutir contigo",
me dijo,
"siempre te ibas.
mi esposo no es así,
se me pega como cola-loca.
y me golpea".

"nunca creí en las discusiones",
dije, "no hay nada que discutir".

"estás equivocado", dijo ella, "deberías
tratar de comunicarte".

"comunicar es una palabra abusada, como
amor", le dije.

"¿pero no creés que dos personas pueden
amar?", preguntó.

"no si tratan de comunicarse",
le contesté.

"estás hablando como un cabrón",
dijo ella.

"estamos discutiendo",
dije.

"no", dijo ella, "estamos tratando de
comunicarnos".

"me tengo que ir", dije.
colgué y descolgué el teléfono.
me quedé mirándolo.

lo que ellas no entendían era que
a veces no hay nada que salvar
excepto la reivindicación personal del
propio punto de vista
y que eso era lo que iba a causar
ese flash blanco y cegador
uno de estos días.

Charles Bukowski.

Apostándole a la musa.

Jimmy foxx murió de alcoholismo
en un cuartucho de hotel
de mala muerte.
beau jack terminó lustrando
zapatos,
justo cuando empezaba.
hay docenas, cientos,
más, tal vez mil más.
ser un atleta envejecido
es uno de los más crueles
destinos,
ser reemplazado por otros,
no escuchar más las
aclamaciones y a los conocedores, ya no ser
reconocido,
ser solamente un hombre viejo
como cualquier otro
viejo.
casi como para no creerte
a ti mismo,
revisas el álbum de recortes
con las amarillentas
páginas. y ahí estás,
sonriente;
ahí estás,
victorioso;
ahí estás,
joven.
la multitud tiene otros
héroes.
la multitud nunca
muere,
nunca envejece
pero la multitud a menudo
olvida
ahora el teléfono
no suena,
las muchachas se han
ido,
la fiesta
terminó.

por eso escogí
ser un
escritor.
si vales una
maldita cosa
puedes seguir con
tu relajo
hasta el último minuto
del último
día.
puedes seguir
mejorando en vez
de empeorar,
puedes seguir
golpeándolos contra la
pared.
a través de la oscuridad, la guerra,
con buena o mala
suerte
puedes continuar
golpeándolos,
con el deslumbrante relámpago
de la
palabra,
derribando a la vida en la vida,
y a la muerte demasiado tarde para
ganar verdaderamente
contra
ti.

Charles Bukowski.

Se bueno.

Siempre se nos pide
entender el punto de vista de otra persona
sin importar
cuán anticuado
tonto
o
detestable sea.

se nos pide
ver
su más completo error
su vida desperdiciada
con
benevolencia,
especialmente
si son
ancianos.

pero la edad es la suma
de nuestro quehacer.

ellos han envejecido
equivocadamente
porque han vivido
fuera de foco,
se han rehusado a
ver.

¿que no es su culpa?

¿de quién entonces?
¿mía?

se me pide ocultar
mi punto de vista
de ellos
por miedo a su
miedo.

la edad no es un crimen

pero la vergüenza
de una vida
desperdiciada
deliberadamente
entre tantas
vidas
desperdiciadas
deliberadamente

lo es.

Charles Bukowski.

Viejo muerto en una habitación.

Esto dentro de mí no es la muerte
pero es igual de real
como caseros quisquillosos
haciendo redobles en mi puerta por un alquiler
mastico nueces metido en la funda
de mi soledad
atento a tambores más importantes...

Esto dentro de mí
que se arrastra como una serpiente,
aterrorizando mi amor por la vulgaridad,
algunos lo llaman arte
algunos lo llaman Poesía:
no es la muerte,
pero morir terminaría con su poder
y cuando mis manos grises
dejen caer un último lápiz desesperado
en alguna habitación barata
me encontrarán allí
y nunca sabrán
mi nombre,
mi intención
ni el tesoro
de mi huida.

Charles Bukowski.

Ni lo pienses.

Ahora, escúchame,
cuando muera no quiero
ningún llanto, sólo hagan un entierro decente.
He tenido una vida plena, y
si alguien tuvo un filo, fui yo.
Viví 7 ú 8 vidas en
una, suficiente
para
cualquiera.

Todos somos, finalmente lo mismo, así que sin
discursos, por favor,
a menos que quieras decir - jugaba a los caballos
y era muy bueno en eso.-

Tu eres el próximo y quizás yo ya sepa algo
que tú todavía no sabes.

Charles Bukowski.

Un caballo de ojos azulverdosos.

Lo que ves es lo que ves
los manicomios rara vez
se exhiben.

que todavía paseemos y
nos rasquemos y encendamos
cigarrillos

es más milagroso

que las mujeres hermosas en las playas
que las rosas y las mariposas.

sentarse en una habitación pequeña
y beberse una lata de cerveza
y liar un cigarrillo
mientras se escucha a Brahms
en una pequeña radio roja

es haber regresado
con vida
de una docena de guerras

oír el ruido
de la nevera

mientras las mujeres hermosas de las playas
se pudren

y las naranjas y las manzanas
ruedan.

Charles Bukowski.

Armando Guerrero, Oaxaca, México.