Canción de amor para la mujer que vi el miércoles en el hipódromo.

Recuerdo Savannah hace 20 años
una cama de cuatro columnas
y las calles llenas de cascos y cazadores,
las cosas que hacía antes entonces
dejaban verdugones*;
seguro que te ríes,
pero cobran vida mientras compro pan
o me ato el zapato
y no tiene importancia
salvo que a mí me van bien
como las piernas de esa mujer me iban bien
como el sol me va bien igual que le va bien al cactus
e igual que me va bien que tú
leas este poema.

y las piernas de esa mujer caminan
mientras las miro
y miro los caballos en la siguiente carrera
y las montañas ahí plantadas
mirando

verdugones y las piernas de una mujer
10 a ganador en la número seis
y allá en el océano
y plantado en el parque
como un estatua
la miro
caminar.

hay caballos por todas partes:
conchas marinas con aire de Savannah en el bolsillo:
te he amado, mujer,
tan cierto como que te he nombrado
óxido y arena y nailon.

me has ido bien

fiera.

Charles Bukowski.


*Verdugón.
(Del aum. de verdugo).
1. m. verdugo (‖ renuevo del árbol).
2. m. verdugo (‖ roncha que levanta el golpe del azote).

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Armando Guerrero, Oaxaca, México.