Unas meditaciones personales.

Tienen razón: tal vez ha sido demasiado fácil escribir sólo so-
bre mí mismo y los caballos y la bebida, pero también es
cierto que no intento demostrar nada. dar largos paseos de
un tiempo a esta parte ha sido agradable y aunque mi deseo
por la hembra se mantiene, ya no tengo necesidad de estar
siempre al acecho de nuevas conquistas. cabalgar la misma
yegua no tiene por qué ser aburrido. deja que las potrillas
salvajes den problemas a otros hombres. a menudo estoy sa-
tisfecho a solas. ahora la gente me resulta más entretenida
que repugnante (¿me estoy hablandando?) y aunque sigo te-
niendo noches y días de depresión, la máquina de escribir
no me falla. los lectores esperan un crecimiento continuado
de sus poetas pero a estas alturas ya me parece milagroso
aguantar (el tipo, jaja). largos paseos, sí. y la capacidad de no
preocuparme -a veces- mientras nuestra sociedad entra
en erupción y se debate no quiere decir que sea víctima de
ninguna merma artística. las tardes solitarias tras las cortinas
echadas, sin ser rico ni pobre, pueden resultar agradables.
¿llegará a tiempo la locura? no lo sé y no busco respuesta, só-
lo un espacio pequeño y tranquilo entre no saber, no querer
saber y, al cabo, averiguar.

Charles Bukowski.

Algo auténtico, una buena mujer.

Para ti Corn Poppy.



Dejo el libro y pregunto:
¿Cómo es que siempre andan escribiendo sobre
los toros, los toreros,
quienes nunca los han
visto?
y mientras rompo la tela de la
araña al coger el vino,
con el zumbido de bombarderos
quebrando el consuelo, decido
que debo escribir una carta impaciente a mi
cura sobre una puta de
la Calle 3
que no hace más que llamarme a las 3
de la madrugada.
con el culo lleno de
astillas,
pensando en poetas de cuaderno
y en el cura,
me acerco a la máquina de escribir
junto a la ventana
para ver mi carta
y mirar mirar
el cielo negro tinta
y mi mujer dice Mike, por
el amor de Dios,
la máquina de escribir toda la noche,
¿cómo voy a dormir? y me meto rápidamente
en la cama,
le beso el pelo y digo
lo siento lo siento lo siento
a veces me acaloro
no sé por qué...
un amigo mío ha
escrito un libro sobre
Manolete...
¿quién es ése? nadie, chavala,
un muerto
como Chopin o nuestro viejo cartero
o un perro,
duérmete, duérmete,
y la beso y le acaricio la
cabeza,
una buena mujer,
y poco después duerme mientras yo aguardo
la mañana.

Charles Bukowski.

Nada de líderes, por favor.

Invéntate y luego reinvéntate a ti mismo,
no nades en el mismo cenegal.
invéntate y luego reinvéntate a ti mismo
y
záfate de las garras de la mediocridad.

invéntate y reinvéntate a ti mismo,
cambia de tono y de forma tan a menudo que
nunca puedan
clasificarte.

cobra nuevas fuerzas y
acepta lo que hay
pero sólo según los términos que hayas inventado
y reinventado tú.

sé autodidacta.

y reinventa tu vida porque debes hacerlo,
es tu vida y
es historia
y el presente
sólo te pertenece
a ti.

Charles Bukowski.

Armando Guerrero, Oaxaca, México.