[¡Estás, amor, estás!]


¡Estás, amor, estás!
¿Cómo he podido
dudar de tu existencia?
Cantas, amor, ¿cómo he podido
confundir una voz con el silencio?
¿Brillas, amor, porque no te veía?
Dame fe para verte
cuando otra vez parezca que
no estás.
Dame oídos para oírte
cuando se me figure que te callas.
Dame esta luz de hoy,
eternamente,
para que no te desconozca y
siempre
adore el ver tu forma,
que el alma ha visto hoy,
sin sombra alguna.


Pedro Salinas.

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Armando Guerrero, Oaxaca, México.