[Nada queda de nada. Nada somos]


Nada queda de nada. Nada somos
Un poco al sol y al aire demoramos
la irrespirable tiniebla que nos pese
        de la húmeda tierra impuesta,
cadáveres aplazados que procrean.

Leyes hechas, estatuas altas, acabadas odas:
todo tiene su tumba. Si nosotros, carnes
a que un íntimo sol da sangre, tenemos
       poniente, ¿por qué no ellas?
Somos cuentos contando cuentos, nada.


Ricardo Reis.

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Armando Guerrero, Oaxaca, México.