TAO TE KING, LVI


El que sabe, no habla.
El que habla, no sabe.

Cierra la boca,
baja la persiana.
Desafila su filo,
suelta sus ataduras,
atenúa su brillo
y se hace uno con su propio polvo.

No le importan ni el odio ni el amor,
ni el lucro ni las pérdidas;
no escucha los elogios ni las burlas.
Por eso lo respeta todo el mundo.

 

Lao - Tse.

TAO TE KING, II


Que todo el mundo sepa lo que es bello
es fealdad.

Que todo el mundo sepa lo que es bueno:
eso es el mal.

Ser y no ser no son incompatibles.

Lo difícil es fácil si es difícil.

Si es largo, es corto; y cuando es bajo, es alto.

La voz siempre es concierto; el después, antes.

“Saber” no es anunciar que se está haciendo.

Es desear lo que llega cuando llegue:
desear sin poseer, actuar sin culpa.

Hacer las cosas y dejarlas ir,
porque el dejarse ir las vuelve cosas.

 

Lao - Tse.


Armando Guerrero, Oaxaca, México.