Mi primer marido, Retzel, me contó,
volaba en planeador. sólo tenía una mano.
no me comió la entrepierna ni una sola vez.
quiere conocerte, vive en
Redondo Beach.
Redondo Beach, dije, Redondo Beach.
mi siguiente marido,
Craft, tomaba pastillas y tocaba el piano el día entero.
luego tuvieron que operarle un dedo.
una verruga. era cruel conmigo. ahora sabe
lo cruel que fue conmigo.
¿dónde está ahora?
en África. sigue en África
hice autostop por toda África. viví de gorra
en un barco. conocí a un tipo con un
leopardo. sacaba a pasear al leopardo
todos los días con una cadena.
un día no apareció. el leopardo se lo
había comido.
esa historia tiene gracia.
a mí también me lo parece. me caes bien. entiendes
las cosas. ya he tenido suficiente de tipos jóvenes así,
con cuerpos duros. te quiero a ti. lo tienes todo
controlado.
¿ah, sí?
sí, mi siguiente marido,
Larry, me cubrió una vez el cuerpo de
pétalos de rosa. ¡qué montón de flores! fue
hermoso pero no volvió a hacerme el amor
otra vez en 2 años. era un amante
pésimo. tu eres un amante
estupendo.
¿ah, sí?
sí, ¿no te gustaría ir a Holanda?
no.
¿a París?
no.
¿a África?
no.
¿a Redondo Beach?
no.
eres raro. ¿no te gusta
viajar?
estoy harto de viajar.
¡tendrás que haberme visto volar en el planeador de Retzel!
se me daba bien lo del planeador.
pero no me comía nunca
la entrepierna.
¿Retzel?
sí, ahora es publicista. gana mucho
dinero.
algún día te hablaré de mis
esposas.
no quiero oír hablar de tus
esposas. no quiero oír hablar
de ninguna
de ellas.
se volvió en la cama
dándome la espalda y el
culo.
guapa, le dije, cuéntame algo más de
Retzel.
se volvió de nuevo hacia
mí. ¿de verdad quieres
oírlo?
claro.
entonces nos quedamos tumbados boca arriba
y ella habló de Retzel
y yo escuché.
Charles Bukowski.
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