TAO TE KING, LXVIII


El mejor capitán no se arrebata.
El mejor peleador nunca es violento.
El mejor ganador jamás compite.
El mejor jefe no se da importancia.
La virtud se declara incompetente:
así se emplea el talento de los otros.
A eso lo llaman obediencia al cielo;
y es, desde siempre, la virtud más alta.


Lao - Tse.

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Armando Guerrero, Oaxaca, México.