Retrato del maniquí como Dios.


¿Por qué no me amas? Te puedo dar todo esto:

la tierna cabeza de tu papá indultada por el tiempo, con

las comisuras de los labios limpias de azúcar. Tus árboles

han visto más humo que crepúsculo. Tus sedas & tu ropa

de cama ya no están. Esto también lo vi pasar. Ciertamente,

algo oscuro se rompió en una habitación a oscuras. Tal vez tu

maldición, a lo mejor el hechizo que te protegía. Suponiendo

que tuviera la respuesta, ¿& entonces? Mucho más fácil para mí

sacarte a patadas de acá que sonsacarte algo. Tu hogar, el lecho

de un río, un chorrito de agua entre los dedos de los pies. Tú,

la bestia peluda. Podría jurar que te conozco. Eres de

un lugar que tiene muchos dioses terribles. No tengo nada

que pueda servirte. Si deseas tanto lo divino,

puedes inventar a otra persona. No le importa a nadie.


Logan February.

Me imagino a los dioses.

 

...

Enséñenme mi propia mortalidad, asústenme
para hacerme vivir en el presente. Ayúdenme
a encontrar el peso de estos días. Que las noches
van a estar bien llenas y mi corazón, salvaje.

 
 
Jack Gilbert.

Sobre padres y agua hirviendo.

 

Papá se evaporó como el rocío en diciembre.
A veces la tristeza todavía me baila por las manos.

Estoy juntando lágrimas para el día
en que me vuelva lluvia.

Hago de cuenta que él habría mirado
mi cuerpo abierto & habría dicho qué hermoso.

Ya sé que no; me engaño,
mareado por el vapor & la esperanza desesperada.

El estómago se ríe de mí,
las costillas chillan de hambre.
“No sean crueles, por favor cállense”.

Estoy seguro de que no hay imperfecciones en el cielo;
el maná es sin azúcar &
tienen hijos heterosexuales &
asan perfectamente el pescado &

seguro que él ya se olvidó de mí.
Debería aprender a resignarme,

pero no puedo evitar pensar
que debería haberle preparado una cajita con sal
& mi verdad & agua de lluvia

para la buena suerte. Para despedirme.
Para siempre.



Logan February.

NOCHE DE DICIEMBRE, 72


Aquí llego yo, el hombre invisible, tal vez empleado

en una gran Memoria para vivir justo ahora. Y paso en coche


ante la blanca iglesia cerrada — dentro hay un santo de madera

sonriente, desamparado, como si le hubiesen quitado las gafas


Está solo. Todo lo demás es ahora, ahora, ahora. La ley de la gravedad que nos empuja

a ir al trabajo por el día y a la cama por la noche. La guerra.



Tomas Tranströmer.

LA ESPERANZA ES UN CAJÓN DE ABEJAS


Cruzo los dedos quebrados para pedir un deseo:
que las ramas de los árboles me protejan de los dragones

y del mal. Pululan escarabajos por el sillón.
Mi terapeuta dice que la palabra es “trauma”.

Un pájaro caído se hace humo.
Yo revuelvo el azúcar de mi té, parado en la mitad

del vendaval de hojas secas. Espero que
papá me esté esperando donde termina el bosque 

pero ya sé que él no existe más.
Me llueven las pastillas que me recetaron.


Logan February.

26


Me levanté con las luces del día,
como de niño cuando había viaje en casa.
Sobre mis huellas volaban las mismas aves
pesadas de sol,
viento,
llovizna.
Resonaron las costas por última vez, mi cuerpo se
acostumbró a caminar de nuevo y con la sal perdida
construí una torre
llameante.

 

Rafael Cadenas.

24


Los ojos inocentes reconquistan territorios perdidos.

 

Rafael Cadenas.


Armando Guerrero, Oaxaca, México.