Desearía regalarle a mi padre
un hijo que no esté roto.
Un hijo
sin defectos de fábrica,
con piezas de repuesto para sus enojos,
hábil con los balones o las distancias.
Un hijo que pueda presentarles
una muchacha hermosa en la cena,
sin esta cruz de soledades en la espalda.
Un hijo pared
en el que pueda apoyarse sin miedo.
Un hijo bonsái
que crezca bajo su sombra.
Un hijo gato que no pierda el camino a casa.
Un hijo con todos los ladrillos que planeaste, papá.
No este hijo de papel,
no este hijo de vidrio
que se corta con sus propios bordes.
Orlando Mondragón.
*Epicedio: Composición poética en que se llora y alaba a una persona muerta.
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